Liberar el poder de nuestro potencial como seres humanos.
Aceptarnos tal como somos, afirmando las muchas diferencias que nos fortalecen y empoderan en nuestra humanidad común.
Servirnos mutuamente como puentes de crecimiento y empoderamiento.
Honrar a todos los seres vivientes, a nuestra Tierra y al espíritu del universo.
Prosperar en el balance y la unidad de cuerpo, mente, espíritu y comunidad.
Ser disciplinados y esforzarnos para alcanzar la excelencia.
Crear ambientes y fomentar relaciones libres de daño físico, mental o social.
Sentirnos en libertad de desafiar todo lo existente y disfrutar de un mundo de belleza y posibilidades.
Construir puentes de relaciones personales que ayuden a avanzar nuestra condición humana donde quiera que estemos.
Compartir libremente y dar lo mejor de nosotros mismos para nutrir la fuerza vital de la comunidad en beneficio de los demás.
Utilizar el poder humano de las relaciones para construir, prosperar e “ir valientemente a donde nadie ha ido antes” juntos.
Levantarnos en defensa de los derechos humanos, la belleza, la armonía y la celebración de lo sagrado.